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Un investigador del Instituto de Materiales Avanzados y Matemáticas (INAMAT2)  de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha identificado los riesgos que podrían producirse en el futuro debido de la escasez de algunos minerales para la fabricación de módulos fotovoltaicos, aquellos que sirven para generar electricidad solar renovable. Así, la tecnología basada en silicio cristalino presenta pocas incertidumbres frente a las basadas en teluro de cadmio (CdTe) o calcopiritas (CIGS). No obstante, Antonio Urbina Yeregui, catedrático del Departamento de Ciencias, plantea que el mayor reto futuro para la tecnología fotovoltaica consiste en mejorar los procesos de reciclado de los módulos solares. Esta investigación es la portada del número de este mes de diciembre de la revista de la editorial Wiley “Progress in Photovoltaics: Research and Applications”, que incluye una ilustración del diseñador navarro Miguel Bravo Lamberto. 

zoom El catedrático Antonio Urbina, autor del artículo de investigación, junto a los paneles fotovoltaicos del tejado del Aulario del campus de Arrosadia.

El catedrático Antonio Urbina, autor del artículo de investigación, junto a los paneles fotovoltaicos del tejado del Aulario del campus de Arrosadia.

En el artículo, titulado “Sustainability of photovoltaic technologies in future net-zero emissions scenarios”  (“Sostenibilidad de las tecnologías fotovoltaicas en escenarios futuros de cero emisiones netas”), Antonio Urbina presenta los resultados de su investigación centrada en los impactos ambientales y sobre la salud humana de las diferentes tecnologías fotovoltaicas. “La enorme escala y ritmo a los que se están fabricando e instalando módulos solares requiere una detallada evaluación de sus impactos para compararla con los de los combustibles fósiles —indica Antonio Urbina—. En 2022, ya se alcanzó más de un teravatio de potencia fotovoltaica instalada, equivalente a un millón de megavatios, lo que supone la instalación de millones de módulos fotovoltaicos anualmente en todo el mundo”.

zoom Portada de la revista “Progress in Photovoltaics: Research and Applications”, con una ilustración diseñada por el navarro Miguel Bravo.

Portada de la revista “Progress in Photovoltaics: Research and Applications”, con una ilustración diseñada por el navarro Miguel Bravo.

Riesgo por la escasez de minerales

El artículo cuantifica los impactos de la electricidad generada por energía solar y demuestra, una vez más, que son “mucho menores en todas las categorías analizadas que su equivalente en electricidad fósil” (la producida quemando carbón o gas natural). Además, la investigación ha identificado los riesgos que podrían emerger debido de la escasez de algunos minerales necesarios para la producción futura de módulos fotovoltaicos. “La tecnología basada en silicio cristalino tiene pocos riesgos; solamente, el uso de plata en los contactos, que se está reduciendo gracias a su sustitución por aleaciones basadas en estaño o cobre —explica el investigador—. En cambio, las basadas en teluro de cadmio (CdTe) o calcopiritas (CIGS) tienen más problemas debido a la baja producción de indio, galio o telurio. No obstante, sin duda, el mayor reto futuro para la tecnología fotovoltaica es mejorar los procesos de reciclado de los módulos solares, de forma que se puedan fabricar en el futuro nuevos módulos a partir de los materiales recuperados de aquellos que hayan alcanzado el final de su vida útil, que se sitúa en torno a los treinta años”.